19 de abril de 2012

Pueden estar mis ojos llenos de lágrimas,
o mi garganta con un nudo que me impida respirar
y tu no saberlo.

Puede la pena matarme por dentro,
o el día llenarme el alma de gris
y tu no saberlo.

Puede que te necesite tanto que
no me atreva a llamarte
por no caer en una rutina desesperada
y tu no saberlo.

Puede que mis ojos sólo vean en blanco y negro,
que mi chispa se haya evaporado
y tu no saberlo.

Puede que tenga miedo
a dejar de ser diferente ...
y tu no saberlo.

1 comentario:

Patricia García-Rojo dijo...

eso de "la rutina desesperada" me ha parecido una imagen muy buena, sue!